jueves, 8 de diciembre de 2016

RUBEN DARIO


                     


Amo, amas

Amar, amar, amar, amar      siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.
            
Y cuando la montaña de la      vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!



Margarita


Recuerdas que querías ser una Margarita
Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está,
cuando cenamos juntos, en la primera cita,
en una noche alegre que nunca volverá
            
Tus labios escarlatas de púrpura maldita
sorbían el champaña del fino baccarat;
tus dedos deshojaban la blanca margarita:
«Si... no..: si... no...» ¡y sabías que te adoraba ya!
            
Después, ¡oh flor de Histeria!, llorabas y reías;
tus besos y tus lágrimas tuve en mi boca yo;
tus risas, tus fragancias, tus quejas eran mías.
            
Y en una tarde triste de los más dulces dias,
la Muerte, la celosa, por ver si me querías,
¡como a una margarita de amor te deshojó!

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